miércoles, 8 de febrero de 2012


UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR



FACULTAD DE FILOSOFÍA LETRAS Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN



ESCUELA DE PEDAGOGÍA ESPECIALIZACIÓN PARVULARIA

ÉTICA PROFESIONAL

TEMA: CÓDIGO DE ÉTICA DEL PROFESIONAL DOCENTE INFANTIL



FACILITADORA: SUSANA PAZMIÑO

FECHA: 1 DE NOVIEMBRE DEL 2011


QUITO – ECUADOR

OBJETIVOS


OBJETIVOS GENERALES:

Ø  Conocer y promover el comportamiento ético de las estudiantes parvularias, con la finalidad de fortalecer sus valores, para generar un ambiente laboral e interpersonal sano que se refleje en el servicio que se brinde a la sociedad.

Ø  El presente Código Ético del Docente tiene por objetivo primordial   dar el valor que posee cada persona y su entorno social, así como la afirmación de los principios que han de prevalecer en las relaciones humanas, con el fin de mantener un alto nivel ético propuesto a los docentes en el ejercicio profesional y orientar su conducta en las relaciones con educandos, colegas, instituciones y comunidad.



OBJETIVOS ESPECÍFICOS:

Ø  Conocer el código de ética del docente infantil para una mejor preparación de las estudiantes parvularias.
Ø  Contar con un instrumento de referencia para la profesión de la educación infantil.
Ø  Ofrecer mayores garantías de solvencia moral y establecer normas de actuación profesional a  los docentes de educación infantil.


INTRODUCCIÓN:

El presente Código Ético del Docente pone de manifiesto el valor que posee cada persona y su entorno social, así como la afirmación de los principios que han de prevalecer en las relaciones humanas, con el fin de mantener un alto nivel ético propuesto a los docentes en el ejercicio profesional y orientar su conducta en las relaciones con educandos, colegas, instituciones y comunidad.

La edad inicial es el período más importante del desarrollo, y es cuando deben sentarse las bases para posibilitar la adquisición de las habilidades que posteriormente permitirán el adecuado desempeño en las actividades de enseñanza-aprendizaje. Todas las etapas escolares se ven afectadas en gran medida por los primeros aprendizajes y por la forma en que éstos se produjeron.

El buen desarrollo de los procesos educativos que tienen lugar en el nivel inicial requiere de docentes competentes, capaces de ofrecer a los niños experiencias de aprendizaje variadas, dinámicas y significativas, la necesidad de tener un código, nace de la aplicación de las normas generales de conducta en la práctica diaria, puesto que todos los actos humanos son regidos por la ética.

El docente debe realizar su trabajo respetando en todo momento el valor y la dignidad inherente a cada ser humano. Todos los actos que realice el docente deberán manifestar su compromiso con la incorporación de los individuos al movimiento social axiológico y a la producción de la cultura universal,  una cultura llena de manifestaciones valorativas que proporcionen bienestar humano, y de esta manera los niños y niñas se desarrollen en un ambiente óptimo y dispuesto a brindar  la mayor cantidad de valores, actitudes, aptitudes acordes y correctas para un crecimiento humano.



FRASE SIGNIFICATIVA:

“Se visualiza a la niña y el niño como una persona en crecimiento, que desarrolla su identidad, que avanza en el descubrimiento de sus emociones y potencialidades en un sentido holístico; que establece vínculos afectivos significativos y expresa sus sentimientos; que desarrolla la capacidad de exploración y comunicación de sus experiencias e ideas, y que se explica el mundo de acuerdo a sus comprensiones, disfrutando plena y lúdicamente de la etapa en que se encuentra. Se considera también una visión de proyección a sus próximos períodos escolares y a su formación ciudadana.”




 
















EDUCACION PARVULARIA

·         La Educación Parvularia comprende normalmente tres años de estudio y los componentes curriculares propiciarán el desarrollo integral en el educando de cuatro a seis años, involucrando a la familia, la escuela y la comunidad.
La acreditación de la culminación de educación parvularia, aunque no es requisito para continuar estudios, autoriza, en forma irrestricta, el acceso a la educación básica.
·         La Educación Parvularia tiene los objetivos siguientes:

a)      Estimular el desarrollo integral de los educandos, por medio de procesos pedagógicos que tomen en cuenta su naturaleza psicomotora, efectiva y social.

b) Fortalecer la identidad y la autoestima de los educandos como condición necesaria para el desarrollo de sus potencialidades en sus espacios vitales, familia, escuela y comunidad.
c) Desarrollar las especialidades básicas de los educandos para garantizar su adecuada preparación e incorporación a la educación básica.

 

CÓDIGO DEONTOLÓGICO DE LA PROFESIÓN DOCENTE


1. Introducción

La educación tiene por objeto lograr el máximo desarrollo de las facultades intelectuales, físicas y emocionales de las nuevas generaciones, y al propio tiempo permitirles adquirir los elementos esenciales de la cultura humana. Tiene por tanto una doble dimensión, individual y social, íntimamente entrelazadas, cuyo cultivo constituye la base de una vida satisfactoria y enriquecedora.
Dado que los seres humanos no nacen con el bagaje de conocimientos, actitudes y valores necesarios para vivir una vida personal plena y desenvolverse en una sociedad, es necesario facilitarles al máximo su consecución, por medio de la acción educativa. De ahí deriva la importancia de la función docente, que tiene como meta la formación integral de las personas jóvenes como seres individuales y sociales. El desempeño de esta tarea conforma una de las profesiones más necesarias cuando un pueblo desea  configurar una sociedad justa, armónica y estable.
Para alcanzar tales objetivos la sociedad debe garantizar la libertad de cátedra, el derecho de todos los alumnos a aprender y la igualdad de oportunidades educativas. La profesión docente requiere la dignidad, el reconocimiento, la autoridad y el respaldo necesarios para su desempeño.
El correcto ejercicio de la profesión docente no puede concebirse al margen de un marco ético, que constituye su sustrato fundamental y que se concreta en un conjunto de principios de actuación:
  1. Dado el proceso de desarrollo personal en que se encuentran los destinatarios de la acción educativa, los docentes tienen la responsabilidad de prestar una atención permanente a la influencia de sus acciones sobre los educandos, por cuanto suelen servir de pautas de conducta. Ello implica guiarse por los principios de responsabilidad y ejemplaridad en su actuación.

  1. Igualmente, dado que los valores cívicos fundamentales de nuestra sociedad deben ser la justicia y la democracia, orientados al mantenimiento de una convivencia social armónica, el profesional de la docencia deberá regirse en todo por dichos criterios de actuación. Y para respetarlos, no perderá nunca de vista los principios de justicia, veracidad y objetividad en sus actuaciones.

  1. La infancia y la adolescencia son etapas decisivas en la formación de la personalidad. Y para que este desarrollo alcance libremente su techo, es preciso que los docentes se guíen por el principio del respeto y la empatía, como condición para propiciar los sentimientos de seguridad y autonomía en los educandos.

  1. La convivencia escolar es un excelente aprendizaje para la convivencia social, por lo que los docentes cultivarán los principios de solidaridad y  responsabilidad social, con vistas a la formación de ciudadanos activos y responsables.

  1. Con el fin de formar ciudadanos autónomos, maduros y con criterio propio, es necesario que el profesional docente ponga todo su empeño en el desarrollo del espíritu crítico propio y de sus alumnos, de modo que aprendan a valorar, juzgar y sopesar la veracidad, alcance e importancia de cuanta información reciban a través de distintos medios.

  1. Sin perjuicio de la legítima compensación que el docente tiene derecho a recibir por el trabajo que realiza, su actuación se regirá por el principio del desinterés.

  1. Dado el cambio continuo al que está sometida la labor de la docencia, así como el marco institucional y social en que se desarrolla, el docente debe adoptar como guía de conducta el principio de formación permanente que le permitirá responder del mejor modo a los desafíos que continuamente se le plantean.
Teniendo en cuenta la complejidad de las relaciones que se establecen en la tarea docente y la responsabilidad que implica, así como la necesidad de armonizar las normas establecidas con los imperativos éticos, se hace necesaria la concreción de todos estos principios generales en un Código deontológico, que detalle todos y cada uno de los compromisos y deberes del buen profesional. Dicho Código debe servir para que el profesor conozca y asuma plenamente sus obligaciones, pero también para que la sociedad le otorgue la confianza y la autoridad  necesarias para alcanzar la educación de calidad que anhela y demanda para sus hijos.
Por todo ello, el Consejo General de Colegios Oficiales de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencias del Estado Español establece el siguiente Código Deontológico de la Profesión Docente, que deberá ser asumido y aceptado por cuantos ejercen esta profesión, esto es, los Maestros de Educación Infantil, los Maestros de Enseñanza Primaria, los Máster en Enseñanza Secundaria, así como cuantos desarrollen una función educativa y docente en centros de Enseñanza Infantil, Primaria, Secundaria y de Formación Profesional.
La vigilancia del cumplimiento de los compromisos y deberes recogidos en este Código corresponderá a cada uno de los Colegios Oficiales, a través de sus estatutos y sus mecanismos disciplinarios.

1. Compromisos y deberes en relación con el alumnado

1.1. Contribuir activamente al ejercicio efectivo del principio constitucional del derecho a la educación por parte del alumnado.
1.2. Promover la formación integral del alumnado a través de una atención personalizada y una relación de confianza que contribuya a fomentar la autoestima, la voluntad de superación y el desarrollo de las capacidades personales.
1.3. Tratar justa y equitativamente al alumnado, sin aceptar ni permitir prácticas discriminatorias por ningún motivo asociado a características o situaciones personales, sociales, económicas o de cualquier otro tipo.
1.4. Proporcionar al alumnado un sistema estructurado de conocimientos y habilidades que le permita avanzar en su desarrollo personal, dar respuesta adecuada a las nuevas situaciones que se le planteen y acceder en las mejores circunstancias posibles a la vida adulta y a una ciudadanía activa.
1.5. Atender adecuadamente a la diversidad de circunstancias y situaciones personales del alumnado, ofreciendo a todos la posibilidad de desarrollar sus capacidades y profundizar su formación en los distintos campos del saber.
1.6. No adoctrinar al alumnado, fomentando el desarrollo del juicio crítico y ecuánime sobre la realidad y sobre sí mismos y promoviendo la búsqueda de la verdad como principio rector del saber.
1.7. Adoptar todas las medidas precisas para salvaguardar la libertad, la dignidad y la seguridad física, psicológica y emocional del alumnado.
1.8. Atender y encauzar adecuadamente las reclamaciones legítimas del alumnado en el ejercicio de la docencia y de la función tutorial.
1.9. Guardar el secreto profesional en relación con los datos personales del alumnado de que se disponga en el ejercicio profesional de la docencia.

2. Compromisos y deberes en relación con las familias y los tutores del alumnado

2.1. Respetar los derechos de las familias y los tutores en relación con la educación de sus hijos, armonizándolos con el ejercicio de la autoridad docente y con el cumplimiento de los proyectos educativos adoptados.
2.2. Favorecer la cooperación entre las familias y el profesorado, compartiendo la responsabilidad educativa en los temas que afecten a ambas partes y propiciando una relación de confianza que promueva la participación a través de los correspondientes órganos y asociaciones.
2.3. Proporcionar a las familias y los tutores la información necesaria acerca de los proyectos educativos del centro, la programación docente y los criterios de evaluación establecidos en el ámbito que corresponda.
2.4. Proporcionar a las familias y los tutores información acerca del proceso educativo de sus hijos, el grado de consecución de los objetivos propuestos y las eventuales dificultades que se detecten, así como la orientación adecuada a dichas circunstancias.
2.5. Respetar la confidencialidad de las informaciones proporcionada en el ejercicio de sus funciones por parte de las familias o tutores.

3. Compromisos y deberes en relación con la institución educativa

3.1. Mostrar el máximo respeto al proyecto educativo del centro sin perjuicio del ejercicio de la libertad de cátedra.
3.2. Respetar y hacer respetar las normas de funcionamiento del centro y colaborar en todo momento con sus órganos de gobierno, los departamentos didácticos, los servicios de orientación psicopedagógica, las tutorías y cualesquiera otros servicios de la institución.
3.3. Favorecer la convivencia en los centros educativos, contribuyendo a mantener un ambiente adecuado para la enseñanza y el aprendizaje, utilizando los cauces apropiados para resolver los conflictos que puedan surgir y evitando cualquier tipo de violencia física o psíquica.
3.4. Velar por el buen estado de mantenimiento y limpieza de materiales e instalaciones, inculcando en los alumnos el respeto a los bienes comunes y públicos.
3.5. Ejercer con dedicación las responsabilidades directivas o de otro tipo que se desempeñen, manteniendo canales abiertos de consulta y debate en el centro y actuando como modelo de conducta ante los compañeros.
3.6. Velar en toda circunstancia por el prestigio de la institución en que se trabaja, contribuyendo activamente a la mejora de su calidad.
3.7. Colaborar con la institución y con las autoridades educativas en cuantas consultas e informaciones se realicen para un mejor ordenamiento de la tarea educativa.

4. Compromisos y deberes en relación con los compañeros

4.1. Aportar los propios conocimientos, capacidades y aptitudes con el fin de crear un clima de confianza que potencie el buen trabajo en equipo.
4.2. Colaborar lealmente con los compañeros y con el personal que participa en la educación para asegurar una actuación colectiva coordinada que redunde en beneficio del alumnado y del cumplimiento de los objetivos educativos de la institución.
4.3. Respetar el ejercicio profesional de los compañeros de profesión, sin interferir en su trabajo ni en su relación con el alumnado, las familias y los tutores.
4.4. Mantener la objetividad en la apreciación del trabajo profesional de los compañeros, mostrando el debido respeto a sus opiniones y utilizando las vías establecidas para manifestar la disconformidad con su actuación.
4.5. Guardar el secreto profesional en relación con los datos personales de los compañeros de que se disponga en el ejercicio de cargos de responsabilidad.

5. Compromisos y deberes en relación con la profesión

5.1. Desarrollar con profesionalidad la enseñanza en el ámbito docente que corresponda, actuando con autonomía y atendiendo a las necesidades de desarrollo del alumnado, a la normativa establecida y a los proyectos educativos del centro en que se desempeña la tarea docente.
5.2. Desarrollar un ejercicio profesional que demuestre unos altos niveles de competencia, un buen dominio de la especialidad y una conducta adecuada a los principios constitucionales que constituyen el fundamento de la convivencia ciudadana.
5.3. Asumir la responsabilidad propia en aquellos ámbitos de actuación que son competencia profesional de los docentes.
5.4. Asumir la obligación de la formación permanente, dado el avance constante de la ciencia, de las nuevas tecnologías y de la realidad social.
5.5. Contribuir al progreso de la profesión a través de la actualización didáctica y científica, el perfeccionamiento profesional, la investigación y la innovación educativa.
5.6. Contribuir a la dignificación social de la profesión docente y defender y hacer respetar los derechos que le corresponde.

6. Compromisos y deberes en relación con la sociedad

6.1. Asumir y cumplir los deberes de ciudadanía, actuando con lealtad a la sociedad y a las instituciones, en el marco de la Constitución española y la normativa vigente.
6.2. Desarrollar una actuación docente acorde con los valores que afectan a la convivencia en sociedad, tales como libertad, justicia, igualdad, pluralismo, tolerancia, comprensión, cooperación, respeto y sentido crítico.
6.3. Promover una educación para el ejercicio activo de la ciudadanía y el logro de una convivencia basada en la igualdad de derechos, la ausencia de discriminación, la libertad personal, la justicia y el pluralismo.
6.4. Contribuir al desarrollo del espíritu crítico y de actitudes reflexivas y comprometidas con la mejora de las condiciones en que se desenvuelve la vida social y la relación sostenible con el entorno.
6.5. Colaborar activamente en la dinamización de la vida sociocultural de su entorno.
ANÁLISIS:
Al analizar, consideramos necesario un código deontológico propio y específico para la educación preescolar, ya que todo docente es, o debería ser un profesional, no solamente por haber recibido un título, sino por la manera de ejercer su profesión, regido por normas que lo obliguen a hacerlo de manera ética, sobre todo que es posible considerar al docente del nivel preescolar además de un facilitador para la construcción de conocimientos como un investigador de tiempo completo; investiga al evaluar, al crear un perfil de cada uno de sus alumnos, también lo hace cuando entre ellos se encuentra un alumno con necesidades educativas especiales, cuando realiza un plan de trabajo o cuando tiene que exponer un tema, en todos estos aspectos se requiere que lo haga con objetividad y siempre enfocado en el buen desarrollo y el bienestar general de sus educandos.

La Importancia de la Ética se considera como una ciencia práctica y normativa que estudia el comportamiento de los hombres, que conviven socialmente bajo una serie de normas que le permiten ordenar sus actuaciones y que el mismo grupo social ha establecido.
Las ha establecido en función de delimitar las competencias y actuaciones de cada uno de los miembros que conforman un grupo social determinado.

Siendo una obligación del docente prestar sus servicios a personas o grupos, el profesional de la educación debe caracterizarse por poseer un comportamiento digno, responsable, honorable, trascendente y comprometido. Educar representa por sí solo un acto de moralidad, es decir, se debe trabajar en beneficio de los educandos así como a favor de su libertad y desarrollo integral, independientemente de los intereses y creencias personales. Por lo tanto, el docente debe actuar con una ética impecable.

La misión del docente consiste en convocar a sus educandos hacia un proyecto de incidencia social a través de un liderazgo colaborativo que incorpore las iniciativas y necesidades de los propios educandos, en beneficio tanto de ellos como de su comunidad. El docente debe realizar su trabajo respetando en todo momento el valor y la dignidad inherente a cada ser humano. Todos los actos que realice el docente deberán manifestar su compromiso con la incorporación de los individuos al movimiento social y a la producción de la cultura universal.

Ser un buen profesional no es tarea fácil pues día a día nos enfrentamos con situaciones, a las cuales debemos salir airosos pues nosotros como profesionales que somos estamos en un constante crecimiento y una evolución profesional siempre más exigente, es allí donde nosotros ponemos en práctica todo lo que hemos aprendido a lo largo de nuestras vidas ya que con nuestras acciones constantemente estamos mostrando un ejemplo una actitud frente a los retos de diario vivir, es allí donde como profesionales dignos de llamarnos así tendremos autoridad para enseñar la moral, las buenas costumbres y hasta como debe ser su comportamiento en vista de que de nosotros depende los futuros hombres y mujeres del mañana ese es nuestro enfoque, que somos los modelos para los niños de hoy y los responsables de los hombre y mujeres de futuro.

Como futuras maestras parvularias es importante y primordial conocer el código de ética ya que juega un papel muy importante nos proporciona una lista o un conjunto de reglas a seguir para cada una de las situaciones que se nos presentan en el transcurrir diario de nuestras vidas, debemos apegarnos única y exclusivamente a las bases del actuar ético, como son la inteligencia y ser consecuentes de cómo nuestras actuaciones pueden perjudicar a los demás, o sea, tomar en cuenta los intereses de terceros.
CONCLUSIONES:
Ø  No existe un código que realmente regule la educación en su nivel preescolar, esto crea una situación en la que este nivel queda desamparado en cuanto a la aplicación de prácticas de ética profesional, porque a pesar de que puede considerarse oficial y constitucionalmente obligatoria, es un nivel que se encuentra a la deriva; sobre todo porque el mismo Programa de Educación Preescolar indica que es “flexible”, por lo que cada docente frente a grupo determina qué y cómo enseñar, elige el modelo educativo, paradigmas, métodos, técnicas, tanto para evaluar como para planear, organizar y ejecutar la clase, el programa es una guía, pero no cuenta con un código deontológico que norme y corrobore que no se está lesionando física, emocional, social e intelectualmente al educando, lo cual es grave, si consideramos que el nivel preescolar sienta las bases para el desarrollo del individuo.

Ø  La Ética profesional del educador está constituida por el conjunto orgánico de derechos y obligaciones morales emanadas de la función pedagógica y deriva sus finalidades y normas específicas, de la condición básica de persona, tanto del educador como del educando, en armonía con los anexos que implican exigencias del bien común.

Ø  El objetivo de la ética en el terreno de la práctica profesional, es principalmente, la aplicación de las normas morales, fundadas en la honradez, la cortesía y el honor. La Ética tiene entre otros objetos, contribuir al fortalecimiento de las estructuras de la conducta moral del individuo.


RECOMENDACIONES:
La ética profesional de un Maestro (a),  implica mucho más que un compromiso, implica dar todo de uno mismo para cumplir con el objetivo del proceso educativo “formar a seres humanos que estén preparados para la vida” es por este motivo que se debe tomar en cuenta que:

Ø  Educadores interesados en el éxito de todos los niños y niñas, basándose en la transmisión de valores mediante su propio ejemplo.

Ø  Un Educador (a) de Párvulos (a) debe dar sentido al trabajo escolar, promoviendo aprendizajes significativos

Ø  Un educador (a) que considera y acoge las diferencias individuales de los niños, asegurando una base común para todos

Ø  Un educador que favorece las relaciones con la familia y el entorno

Ø  Educadores que garantizan y optimizan los tiempos y formas de aprendizaje

Ø  Un educador que desarrolla un modelo de interacción democrática

Ø  Un educador que crea un clima cálido con los niños y con sus parientes.

Ø  Educadores que utilizan la evaluación formativa para guiar su propio comportamiento y los aprendizajes de los niños y las niñas

Ø  Un educador director capaz de liderar procesos en el aula y en la institución educativa

Ø  Un Educador de Párvulos que reflexiona regularmente sobre sus prácticas, con el conjunto de los otros educadores    

Ø  Como futuras maestras parvularias es urgente educar para un presente y un futuro abiertos a trayectorias cada vez más  plurales e inciertas, tanto desde una perspectiva local y próxima como desde una visión global  y planetaria. De ahí que el deber ser que induce la reflexión ética no pueda limitarse a proponer  un código universal de derechos y deberes  fundamentales (libertad, justicia, igualdad, tolerancia, solidaridad, etc.)

Ø  “Todo acto de enseñanza  es intrínsecamente ético” por tanto cada acto o discurso de la maestra parvularia debe procurar al beneficio de sus alumnos. Su responsabilidad es tal, que no puede suspender su actividad ni abstenerse utilizando  determinadas justificaciones para no caer en falta ética, como lo puede hacer un profesional de otra área La docencia posee una “configuración radicalmente moral” que le da a su ética profesional un sentido propio, diverso y más sustantivo que el de otras profesiones.


BIBLIOGRAFÍA:
NETGRAFÍA:
Ø  Web del Consejo General de los Colegios Oficiales de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencias de España



UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR



FACULTAD DE FILOSOFÍA LETRAS Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN



ESCUELA DE PEDAGOGÍA ESPECIALIZACIÓN PARVULARIA

ÉTICA PROFESIONAL

TEMA: CÓDIGO DE ÉTICA DEL PROFESIONAL DOCENTE INFANTIL



FACILITADORA: SUSANA PAZMIÑO

FECHA: 1 DE NOVIEMBRE DEL 2011


QUITO – ECUADOR

OBJETIVOS


OBJETIVOS GENERALES:

Ø  Conocer y promover el comportamiento ético de las estudiantes parvularias, con la finalidad de fortalecer sus valores, para generar un ambiente laboral e interpersonal sano que se refleje en el servicio que se brinde a la sociedad.

Ø  El presente Código Ético del Docente tiene por objetivo primordial   dar el valor que posee cada persona y su entorno social, así como la afirmación de los principios que han de prevalecer en las relaciones humanas, con el fin de mantener un alto nivel ético propuesto a los docentes en el ejercicio profesional y orientar su conducta en las relaciones con educandos, colegas, instituciones y comunidad.



OBJETIVOS ESPECÍFICOS:

Ø  Conocer el código de ética del docente infantil para una mejor preparación de las estudiantes parvularias.
Ø  Contar con un instrumento de referencia para la profesión de la educación infantil.
Ø  Ofrecer mayores garantías de solvencia moral y establecer normas de actuación profesional a  los docentes de educación infantil.


INTRODUCCIÓN:

El presente Código Ético del Docente pone de manifiesto el valor que posee cada persona y su entorno social, así como la afirmación de los principios que han de prevalecer en las relaciones humanas, con el fin de mantener un alto nivel ético propuesto a los docentes en el ejercicio profesional y orientar su conducta en las relaciones con educandos, colegas, instituciones y comunidad.

La edad inicial es el período más importante del desarrollo, y es cuando deben sentarse las bases para posibilitar la adquisición de las habilidades que posteriormente permitirán el adecuado desempeño en las actividades de enseñanza-aprendizaje. Todas las etapas escolares se ven afectadas en gran medida por los primeros aprendizajes y por la forma en que éstos se produjeron.

El buen desarrollo de los procesos educativos que tienen lugar en el nivel inicial requiere de docentes competentes, capaces de ofrecer a los niños experiencias de aprendizaje variadas, dinámicas y significativas, la necesidad de tener un código, nace de la aplicación de las normas generales de conducta en la práctica diaria, puesto que todos los actos humanos son regidos por la ética.

El docente debe realizar su trabajo respetando en todo momento el valor y la dignidad inherente a cada ser humano. Todos los actos que realice el docente deberán manifestar su compromiso con la incorporación de los individuos al movimiento social axiológico y a la producción de la cultura universal,  una cultura llena de manifestaciones valorativas que proporcionen bienestar humano, y de esta manera los niños y niñas se desarrollen en un ambiente óptimo y dispuesto a brindar  la mayor cantidad de valores, actitudes, aptitudes acordes y correctas para un crecimiento humano.



FRASE SIGNIFICATIVA:

“Se visualiza a la niña y el niño como una persona en crecimiento, que desarrolla su identidad, que avanza en el descubrimiento de sus emociones y potencialidades en un sentido holístico; que establece vínculos afectivos significativos y expresa sus sentimientos; que desarrolla la capacidad de exploración y comunicación de sus experiencias e ideas, y que se explica el mundo de acuerdo a sus comprensiones, disfrutando plena y lúdicamente de la etapa en que se encuentra. Se considera también una visión de proyección a sus próximos períodos escolares y a su formación ciudadana.”



 
EDUCACION PARVULARIA

·         La Educación Parvularia comprende normalmente tres años de estudio y los componentes curriculares propiciarán el desarrollo integral en el educando de cuatro a seis años, involucrando a la familia, la escuela y la comunidad.
La acreditación de la culminación de educación parvularia, aunque no es requisito para continuar estudios, autoriza, en forma irrestricta, el acceso a la educación básica.
·         La Educación Parvularia tiene los objetivos siguientes:

a)      Estimular el desarrollo integral de los educandos, por medio de procesos pedagógicos que tomen en cuenta su naturaleza psicomotora, efectiva y social.

b) Fortalecer la identidad y la autoestima de los educandos como condición necesaria para el desarrollo de sus potencialidades en sus espacios vitales, familia, escuela y comunidad.
c) Desarrollar las especialidades básicas de los educandos para garantizar su adecuada preparación e incorporación a la educación básica.

 

CÓDIGO DEONTOLÓGICO DE LA PROFESIÓN DOCENTE


1. Introducción

La educación tiene por objeto lograr el máximo desarrollo de las facultades intelectuales, físicas y emocionales de las nuevas generaciones, y al propio tiempo permitirles adquirir los elementos esenciales de la cultura humana. Tiene por tanto una doble dimensión, individual y social, íntimamente entrelazadas, cuyo cultivo constituye la base de una vida satisfactoria y enriquecedora.
Dado que los seres humanos no nacen con el bagaje de conocimientos, actitudes y valores necesarios para vivir una vida personal plena y desenvolverse en una sociedad, es necesario facilitarles al máximo su consecución, por medio de la acción educativa. De ahí deriva la importancia de la función docente, que tiene como meta la formación integral de las personas jóvenes como seres individuales y sociales. El desempeño de esta tarea conforma una de las profesiones más necesarias cuando un pueblo desea  configurar una sociedad justa, armónica y estable.
Para alcanzar tales objetivos la sociedad debe garantizar la libertad de cátedra, el derecho de todos los alumnos a aprender y la igualdad de oportunidades educativas. La profesión docente requiere la dignidad, el reconocimiento, la autoridad y el respaldo necesarios para su desempeño.
El correcto ejercicio de la profesión docente no puede concebirse al margen de un marco ético, que constituye su sustrato fundamental y que se concreta en un conjunto de principios de actuación:
  1. Dado el proceso de desarrollo personal en que se encuentran los destinatarios de la acción educativa, los docentes tienen la responsabilidad de prestar una atención permanente a la influencia de sus acciones sobre los educandos, por cuanto suelen servir de pautas de conducta. Ello implica guiarse por los principios de responsabilidad y ejemplaridad en su actuación.

  1. Igualmente, dado que los valores cívicos fundamentales de nuestra sociedad deben ser la justicia y la democracia, orientados al mantenimiento de una convivencia social armónica, el profesional de la docencia deberá regirse en todo por dichos criterios de actuación. Y para respetarlos, no perderá nunca de vista los principios de justicia, veracidad y objetividad en sus actuaciones.

  1. La infancia y la adolescencia son etapas decisivas en la formación de la personalidad. Y para que este desarrollo alcance libremente su techo, es preciso que los docentes se guíen por el principio del respeto y la empatía, como condición para propiciar los sentimientos de seguridad y autonomía en los educandos.

  1. La convivencia escolar es un excelente aprendizaje para la convivencia social, por lo que los docentes cultivarán los principios de solidaridad y  responsabilidad social, con vistas a la formación de ciudadanos activos y responsables.

  1. Con el fin de formar ciudadanos autónomos, maduros y con criterio propio, es necesario que el profesional docente ponga todo su empeño en el desarrollo del espíritu crítico propio y de sus alumnos, de modo que aprendan a valorar, juzgar y sopesar la veracidad, alcance e importancia de cuanta información reciban a través de distintos medios.

  1. Sin perjuicio de la legítima compensación que el docente tiene derecho a recibir por el trabajo que realiza, su actuación se regirá por el principio del desinterés.

  1. Dado el cambio continuo al que está sometida la labor de la docencia, así como el marco institucional y social en que se desarrolla, el docente debe adoptar como guía de conducta el principio de formación permanente que le permitirá responder del mejor modo a los desafíos que continuamente se le plantean.
Teniendo en cuenta la complejidad de las relaciones que se establecen en la tarea docente y la responsabilidad que implica, así como la necesidad de armonizar las normas establecidas con los imperativos éticos, se hace necesaria la concreción de todos estos principios generales en un Código deontológico, que detalle todos y cada uno de los compromisos y deberes del buen profesional. Dicho Código debe servir para que el profesor conozca y asuma plenamente sus obligaciones, pero también para que la sociedad le otorgue la confianza y la autoridad  necesarias para alcanzar la educación de calidad que anhela y demanda para sus hijos.
Por todo ello, el Consejo General de Colegios Oficiales de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencias del Estado Español establece el siguiente Código Deontológico de la Profesión Docente, que deberá ser asumido y aceptado por cuantos ejercen esta profesión, esto es, los Maestros de Educación Infantil, los Maestros de Enseñanza Primaria, los Máster en Enseñanza Secundaria, así como cuantos desarrollen una función educativa y docente en centros de Enseñanza Infantil, Primaria, Secundaria y de Formación Profesional.
La vigilancia del cumplimiento de los compromisos y deberes recogidos en este Código corresponderá a cada uno de los Colegios Oficiales, a través de sus estatutos y sus mecanismos disciplinarios.

1. Compromisos y deberes en relación con el alumnado

1.1. Contribuir activamente al ejercicio efectivo del principio constitucional del derecho a la educación por parte del alumnado.
1.2. Promover la formación integral del alumnado a través de una atención personalizada y una relación de confianza que contribuya a fomentar la autoestima, la voluntad de superación y el desarrollo de las capacidades personales.
1.3. Tratar justa y equitativamente al alumnado, sin aceptar ni permitir prácticas discriminatorias por ningún motivo asociado a características o situaciones personales, sociales, económicas o de cualquier otro tipo.
1.4. Proporcionar al alumnado un sistema estructurado de conocimientos y habilidades que le permita avanzar en su desarrollo personal, dar respuesta adecuada a las nuevas situaciones que se le planteen y acceder en las mejores circunstancias posibles a la vida adulta y a una ciudadanía activa.
1.5. Atender adecuadamente a la diversidad de circunstancias y situaciones personales del alumnado, ofreciendo a todos la posibilidad de desarrollar sus capacidades y profundizar su formación en los distintos campos del saber.
1.6. No adoctrinar al alumnado, fomentando el desarrollo del juicio crítico y ecuánime sobre la realidad y sobre sí mismos y promoviendo la búsqueda de la verdad como principio rector del saber.
1.7. Adoptar todas las medidas precisas para salvaguardar la libertad, la dignidad y la seguridad física, psicológica y emocional del alumnado.
1.8. Atender y encauzar adecuadamente las reclamaciones legítimas del alumnado en el ejercicio de la docencia y de la función tutorial.
1.9. Guardar el secreto profesional en relación con los datos personales del alumnado de que se disponga en el ejercicio profesional de la docencia.

2. Compromisos y deberes en relación con las familias y los tutores del alumnado

2.1. Respetar los derechos de las familias y los tutores en relación con la educación de sus hijos, armonizándolos con el ejercicio de la autoridad docente y con el cumplimiento de los proyectos educativos adoptados.
2.2. Favorecer la cooperación entre las familias y el profesorado, compartiendo la responsabilidad educativa en los temas que afecten a ambas partes y propiciando una relación de confianza que promueva la participación a través de los correspondientes órganos y asociaciones.
2.3. Proporcionar a las familias y los tutores la información necesaria acerca de los proyectos educativos del centro, la programación docente y los criterios de evaluación establecidos en el ámbito que corresponda.
2.4. Proporcionar a las familias y los tutores información acerca del proceso educativo de sus hijos, el grado de consecución de los objetivos propuestos y las eventuales dificultades que se detecten, así como la orientación adecuada a dichas circunstancias.
2.5. Respetar la confidencialidad de las informaciones proporcionada en el ejercicio de sus funciones por parte de las familias o tutores.

3. Compromisos y deberes en relación con la institución educativa

3.1. Mostrar el máximo respeto al proyecto educativo del centro sin perjuicio del ejercicio de la libertad de cátedra.
3.2. Respetar y hacer respetar las normas de funcionamiento del centro y colaborar en todo momento con sus órganos de gobierno, los departamentos didácticos, los servicios de orientación psicopedagógica, las tutorías y cualesquiera otros servicios de la institución.
3.3. Favorecer la convivencia en los centros educativos, contribuyendo a mantener un ambiente adecuado para la enseñanza y el aprendizaje, utilizando los cauces apropiados para resolver los conflictos que puedan surgir y evitando cualquier tipo de violencia física o psíquica.
3.4. Velar por el buen estado de mantenimiento y limpieza de materiales e instalaciones, inculcando en los alumnos el respeto a los bienes comunes y públicos.
3.5. Ejercer con dedicación las responsabilidades directivas o de otro tipo que se desempeñen, manteniendo canales abiertos de consulta y debate en el centro y actuando como modelo de conducta ante los compañeros.
3.6. Velar en toda circunstancia por el prestigio de la institución en que se trabaja, contribuyendo activamente a la mejora de su calidad.
3.7. Colaborar con la institución y con las autoridades educativas en cuantas consultas e informaciones se realicen para un mejor ordenamiento de la tarea educativa.

4. Compromisos y deberes en relación con los compañeros

4.1. Aportar los propios conocimientos, capacidades y aptitudes con el fin de crear un clima de confianza que potencie el buen trabajo en equipo.
4.2. Colaborar lealmente con los compañeros y con el personal que participa en la educación para asegurar una actuación colectiva coordinada que redunde en beneficio del alumnado y del cumplimiento de los objetivos educativos de la institución.
4.3. Respetar el ejercicio profesional de los compañeros de profesión, sin interferir en su trabajo ni en su relación con el alumnado, las familias y los tutores.
4.4. Mantener la objetividad en la apreciación del trabajo profesional de los compañeros, mostrando el debido respeto a sus opiniones y utilizando las vías establecidas para manifestar la disconformidad con su actuación.
4.5. Guardar el secreto profesional en relación con los datos personales de los compañeros de que se disponga en el ejercicio de cargos de responsabilidad.

5. Compromisos y deberes en relación con la profesión

5.1. Desarrollar con profesionalidad la enseñanza en el ámbito docente que corresponda, actuando con autonomía y atendiendo a las necesidades de desarrollo del alumnado, a la normativa establecida y a los proyectos educativos del centro en que se desempeña la tarea docente.
5.2. Desarrollar un ejercicio profesional que demuestre unos altos niveles de competencia, un buen dominio de la especialidad y una conducta adecuada a los principios constitucionales que constituyen el fundamento de la convivencia ciudadana.
5.3. Asumir la responsabilidad propia en aquellos ámbitos de actuación que son competencia profesional de los docentes.
5.4. Asumir la obligación de la formación permanente, dado el avance constante de la ciencia, de las nuevas tecnologías y de la realidad social.
5.5. Contribuir al progreso de la profesión a través de la actualización didáctica y científica, el perfeccionamiento profesional, la investigación y la innovación educativa.
5.6. Contribuir a la dignificación social de la profesión docente y defender y hacer respetar los derechos que le corresponde.

6. Compromisos y deberes en relación con la sociedad

6.1. Asumir y cumplir los deberes de ciudadanía, actuando con lealtad a la sociedad y a las instituciones, en el marco de la Constitución española y la normativa vigente.
6.2. Desarrollar una actuación docente acorde con los valores que afectan a la convivencia en sociedad, tales como libertad, justicia, igualdad, pluralismo, tolerancia, comprensión, cooperación, respeto y sentido crítico.
6.3. Promover una educación para el ejercicio activo de la ciudadanía y el logro de una convivencia basada en la igualdad de derechos, la ausencia de discriminación, la libertad personal, la justicia y el pluralismo.
6.4. Contribuir al desarrollo del espíritu crítico y de actitudes reflexivas y comprometidas con la mejora de las condiciones en que se desenvuelve la vida social y la relación sostenible con el entorno.
6.5. Colaborar activamente en la dinamización de la vida sociocultural de su entorno.
ANÁLISIS:
Al analizar, consideramos necesario un código deontológico propio y específico para la educación preescolar, ya que todo docente es, o debería ser un profesional, no solamente por haber recibido un título, sino por la manera de ejercer su profesión, regido por normas que lo obliguen a hacerlo de manera ética, sobre todo que es posible considerar al docente del nivel preescolar además de un facilitador para la construcción de conocimientos como un investigador de tiempo completo; investiga al evaluar, al crear un perfil de cada uno de sus alumnos, también lo hace cuando entre ellos se encuentra un alumno con necesidades educativas especiales, cuando realiza un plan de trabajo o cuando tiene que exponer un tema, en todos estos aspectos se requiere que lo haga con objetividad y siempre enfocado en el buen desarrollo y el bienestar general de sus educandos.

La Importancia de la Ética se considera como una ciencia práctica y normativa que estudia el comportamiento de los hombres, que conviven socialmente bajo una serie de normas que le permiten ordenar sus actuaciones y que el mismo grupo social ha establecido.
Las ha establecido en función de delimitar las competencias y actuaciones de cada uno de los miembros que conforman un grupo social determinado.

Siendo una obligación del docente prestar sus servicios a personas o grupos, el profesional de la educación debe caracterizarse por poseer un comportamiento digno, responsable, honorable, trascendente y comprometido. Educar representa por sí solo un acto de moralidad, es decir, se debe trabajar en beneficio de los educandos así como a favor de su libertad y desarrollo integral, independientemente de los intereses y creencias personales. Por lo tanto, el docente debe actuar con una ética impecable.

La misión del docente consiste en convocar a sus educandos hacia un proyecto de incidencia social a través de un liderazgo colaborativo que incorpore las iniciativas y necesidades de los propios educandos, en beneficio tanto de ellos como de su comunidad. El docente debe realizar su trabajo respetando en todo momento el valor y la dignidad inherente a cada ser humano. Todos los actos que realice el docente deberán manifestar su compromiso con la incorporación de los individuos al movimiento social y a la producción de la cultura universal.

Ser un buen profesional no es tarea fácil pues día a día nos enfrentamos con situaciones, a las cuales debemos salir airosos pues nosotros como profesionales que somos estamos en un constante crecimiento y una evolución profesional siempre más exigente, es allí donde nosotros ponemos en práctica todo lo que hemos aprendido a lo largo de nuestras vidas ya que con nuestras acciones constantemente estamos mostrando un ejemplo una actitud frente a los retos de diario vivir, es allí donde como profesionales dignos de llamarnos así tendremos autoridad para enseñar la moral, las buenas costumbres y hasta como debe ser su comportamiento en vista de que de nosotros depende los futuros hombres y mujeres del mañana ese es nuestro enfoque, que somos los modelos para los niños de hoy y los responsables de los hombre y mujeres de futuro.

Como futuras maestras parvularias es importante y primordial conocer el código de ética ya que juega un papel muy importante nos proporciona una lista o un conjunto de reglas a seguir para cada una de las situaciones que se nos presentan en el transcurrir diario de nuestras vidas, debemos apegarnos única y exclusivamente a las bases del actuar ético, como son la inteligencia y ser consecuentes de cómo nuestras actuaciones pueden perjudicar a los demás, o sea, tomar en cuenta los intereses de terceros.

CONCLUSIONES:

Ø  No existe un código que realmente regule la educación en su nivel preescolar, esto crea una situación en la que este nivel queda desamparado en cuanto a la aplicación de prácticas de ética profesional, porque a pesar de que puede considerarse oficial y constitucionalmente obligatoria, es un nivel que se encuentra a la deriva; sobre todo porque el mismo Programa de Educación Preescolar indica que es “flexible”, por lo que cada docente frente a grupo determina qué y cómo enseñar, elige el modelo educativo, paradigmas, métodos, técnicas, tanto para evaluar como para planear, organizar y ejecutar la clase, el programa es una guía, pero no cuenta con un código deontológico que norme y corrobore que no se está lesionando física, emocional, social e intelectualmente al educando, lo cual es grave, si consideramos que el nivel preescolar sienta las bases para el desarrollo del individuo.

Ø  La Ética profesional del educador está constituida por el conjunto orgánico de derechos y obligaciones morales emanadas de la función pedagógica y deriva sus finalidades y normas específicas, de la condición básica de persona, tanto del educador como del educando, en armonía con los anexos que implican exigencias del bien común.

Ø  El objetivo de la ética en el terreno de la práctica profesional, es principalmente, la aplicación de las normas morales, fundadas en la honradez, la cortesía y el honor. La Ética tiene entre otros objetos, contribuir al fortalecimiento de las estructuras de la conducta moral del individuo.


RECOMENDACIONES:
La ética profesional de un Maestro (a),  implica mucho más que un compromiso, implica dar todo de uno mismo para cumplir con el objetivo del proceso educativo “formar a seres humanos que estén preparados para la vida” es por este motivo que se debe tomar en cuenta que:

Ø  Educadores interesados en el éxito de todos los niños y niñas, basándose en la transmisión de valores mediante su propio ejemplo.

Ø  Un Educador (a) de Párvulos (a) debe dar sentido al trabajo escolar, promoviendo aprendizajes significativos

Ø  Un educador (a) que considera y acoge las diferencias individuales de los niños, asegurando una base común para todos

Ø  Un educador que favorece las relaciones con la familia y el entorno

Ø  Educadores que garantizan y optimizan los tiempos y formas de aprendizaje

Ø  Un educador que desarrolla un modelo de interacción democrática

Ø  Un educador que crea un clima cálido con los niños y con sus parientes.

Ø  Educadores que utilizan la evaluación formativa para guiar su propio comportamiento y los aprendizajes de los niños y las niñas

Ø  Un educador director capaz de liderar procesos en el aula y en la institución educativa

Ø  Un Educador de Párvulos que reflexiona regularmente sobre sus prácticas, con el conjunto de los otros educadores    

Ø  Como futuras maestras parvularias es urgente educar para un presente y un futuro abiertos a trayectorias cada vez más  plurales e inciertas, tanto desde una perspectiva local y próxima como desde una visión global  y planetaria. De ahí que el deber ser que induce la reflexión ética no pueda limitarse a proponer  un código universal de derechos y deberes  fundamentales (libertad, justicia, igualdad, tolerancia, solidaridad, etc.)

Ø  “Todo acto de enseñanza  es intrínsecamente ético” por tanto cada acto o discurso de la maestra parvularia debe procurar al beneficio de sus alumnos. Su responsabilidad es tal, que no puede suspender su actividad ni abstenerse utilizando  determinadas justificaciones para no caer en falta ética, como lo puede hacer un profesional de otra área La docencia posee una “configuración radicalmente moral” que le da a su ética profesional un sentido propio, diverso y más sustantivo que el de otras profesiones.


BIBLIOGRAFÍA:
NETGRAFÍA:
Ø  Web del Consejo General de los Colegios Oficiales de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencias de España