UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR
FACULTAD DE FILOSOFÍA LETRAS Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
ESCUELA DE PEDAGOGÍA
ESPECIALIZACIÓN PARVULARIA
ÉTICA PROFESIONAL
TEMA: CÓDIGO DE ÉTICA DEL
PROFESIONAL DOCENTE INFANTIL
FACILITADORA: SUSANA PAZMIÑO
FECHA: 1 DE NOVIEMBRE DEL 2011
QUITO – ECUADOR
OBJETIVOS
OBJETIVOS GENERALES:
Ø
Conocer
y promover el comportamiento ético de las estudiantes parvularias, con la
finalidad de fortalecer sus valores, para generar un ambiente laboral e
interpersonal sano que se refleje en el servicio que se brinde a la sociedad.
Ø
El presente Código Ético del Docente tiene por
objetivo primordial dar el valor que posee cada persona y su entorno
social, así como la afirmación de los principios que han de prevalecer en las
relaciones humanas, con el fin de mantener un alto
nivel ético
propuesto a los docentes en el ejercicio profesional y orientar su conducta en
las relaciones con educandos, colegas, instituciones y comunidad.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS:
Ø
Conocer el código
de ética del docente infantil para una mejor preparación de las estudiantes
parvularias.
Ø
Contar con un
instrumento de referencia para la profesión de la educación infantil.
Ø
Ofrecer mayores
garantías de solvencia moral y establecer normas de actuación profesional
a los docentes de educación infantil.
INTRODUCCIÓN:
El presente Código Ético del Docente pone de manifiesto el valor que
posee cada persona y su entorno social, así como la afirmación de los
principios que han de prevalecer en las relaciones humanas, con el fin de
mantener un alto nivel ético propuesto a los docentes en el ejercicio
profesional y orientar su conducta en las relaciones con educandos, colegas,
instituciones y comunidad.
La
edad inicial es el período más importante del desarrollo, y es cuando deben
sentarse las bases para posibilitar la adquisición de las habilidades que
posteriormente permitirán el adecuado desempeño en las actividades de
enseñanza-aprendizaje. Todas las etapas escolares se ven afectadas en gran
medida por los primeros aprendizajes y por la forma en que éstos se produjeron.
El
buen desarrollo de los procesos educativos que tienen lugar en el nivel inicial
requiere de docentes competentes, capaces de ofrecer a los niños experiencias
de aprendizaje variadas, dinámicas y significativas, la necesidad de tener un
código, nace de la aplicación de las normas generales de conducta en la
práctica diaria, puesto que todos los actos humanos son regidos por la ética.
El docente debe realizar
su trabajo respetando en todo momento el valor y la dignidad inherente a cada
ser humano. Todos los actos que realice el docente deberán manifestar su
compromiso con la incorporación de los individuos al movimiento social
axiológico y a la producción de la cultura universal, una cultura llena de manifestaciones
valorativas que proporcionen bienestar humano, y de esta manera los niños y
niñas se desarrollen en un ambiente óptimo y dispuesto a brindar la mayor cantidad de valores, actitudes,
aptitudes acordes y correctas para un crecimiento humano.
FRASE SIGNIFICATIVA:
“Se visualiza a la niña y
el niño como una persona en crecimiento, que desarrolla su identidad, que
avanza en el descubrimiento de sus emociones y potencialidades en un sentido
holístico; que establece vínculos afectivos significativos y expresa sus
sentimientos; que desarrolla la capacidad de exploración y comunicación de sus
experiencias e ideas, y que se explica el mundo de acuerdo a sus comprensiones,
disfrutando plena y lúdicamente de la etapa en que se encuentra. Se considera
también una visión de proyección a sus próximos períodos escolares y a su
formación ciudadana.”
EDUCACION
PARVULARIA
·
La Educación Parvularia comprende normalmente tres años de
estudio y los componentes curriculares propiciarán el desarrollo integral en el
educando de cuatro a seis años, involucrando a la familia, la escuela y la
comunidad.
La
acreditación de la culminación de educación parvularia, aunque no es requisito
para continuar estudios, autoriza, en forma irrestricta, el acceso a la
educación básica.
·
La Educación Parvularia tiene los objetivos siguientes:
a) Estimular el
desarrollo integral de los educandos, por medio de procesos pedagógicos que
tomen en cuenta su naturaleza psicomotora, efectiva y social.
b) Fortalecer la identidad y la autoestima de los educandos
como condición necesaria para el desarrollo de sus potencialidades en sus
espacios vitales, familia, escuela y comunidad.
c) Desarrollar las especialidades básicas
de los educandos para garantizar su adecuada preparación e incorporación a la
educación básica.
CÓDIGO
DEONTOLÓGICO DE LA PROFESIÓN DOCENTE
1. Introducción
La educación tiene por objeto lograr
el máximo desarrollo de las facultades intelectuales, físicas y emocionales de
las nuevas generaciones, y al propio tiempo permitirles adquirir los elementos
esenciales de la cultura humana. Tiene por tanto una doble dimensión,
individual y social, íntimamente entrelazadas, cuyo cultivo constituye la base
de una vida satisfactoria y enriquecedora.
Dado que los seres humanos no nacen
con el bagaje de conocimientos, actitudes y valores necesarios para vivir una
vida personal plena y desenvolverse en una sociedad, es necesario facilitarles
al máximo su consecución, por medio de la acción educativa. De ahí deriva la
importancia de la función docente, que tiene como meta la formación integral de
las personas jóvenes como seres individuales y sociales. El desempeño de esta
tarea conforma una de las profesiones más necesarias cuando un pueblo
desea configurar una sociedad justa, armónica y estable.
Para alcanzar tales objetivos la
sociedad debe garantizar la libertad de cátedra, el derecho de todos los
alumnos a aprender y la igualdad de oportunidades educativas. La profesión
docente requiere la dignidad, el reconocimiento, la autoridad y el respaldo
necesarios para su desempeño.
El correcto ejercicio de la
profesión docente no puede concebirse al margen de un marco ético, que
constituye su sustrato fundamental y que se concreta en un conjunto de
principios de actuación:
- Dado el proceso de desarrollo personal en que se encuentran los
destinatarios de la acción educativa, los docentes tienen la
responsabilidad de prestar una atención permanente a la influencia de sus
acciones sobre los educandos, por cuanto suelen servir de pautas de
conducta. Ello implica guiarse por los principios
de responsabilidad y ejemplaridad en su actuación.
- Igualmente, dado que los valores cívicos fundamentales de nuestra
sociedad deben ser la justicia y la democracia, orientados al
mantenimiento de una convivencia social armónica, el profesional de la
docencia deberá regirse en todo por dichos criterios de actuación. Y para
respetarlos, no perderá nunca de vista los principios
de justicia, veracidad y objetividad en sus actuaciones.
- La infancia y la adolescencia son etapas decisivas en la
formación de la personalidad. Y para que este desarrollo alcance
libremente su techo, es preciso que los docentes se guíen por el principio del respeto y la empatía, como condición
para propiciar los sentimientos de seguridad y autonomía en los educandos.
- La convivencia escolar es un excelente aprendizaje para la
convivencia social, por lo que los docentes cultivarán los principios de solidaridad y responsabilidad social, con vistas a la formación de ciudadanos
activos y responsables.
- Con el fin de formar ciudadanos autónomos, maduros y con criterio
propio, es necesario que el profesional docente ponga todo su empeño en el
desarrollo del espíritu crítico propio
y de sus alumnos, de modo que aprendan a valorar, juzgar y sopesar la
veracidad, alcance e importancia de cuanta información reciban a través de
distintos medios.
- Sin perjuicio de la legítima compensación que el docente tiene
derecho a recibir por el trabajo que realiza, su actuación se regirá por
el principio del desinterés.
- Dado el cambio continuo al que está sometida la labor de la
docencia, así como el marco institucional y social en que se desarrolla,
el docente debe adoptar como guía de conducta el principio de formación permanente que le permitirá
responder del mejor modo a los desafíos que continuamente se le plantean.
Teniendo en cuenta la complejidad de
las relaciones que se establecen en la tarea docente y la responsabilidad que
implica, así como la necesidad de armonizar las normas establecidas con los
imperativos éticos, se hace necesaria la concreción de todos estos principios
generales en un Código deontológico, que detalle todos y cada uno de los
compromisos y deberes del buen profesional. Dicho Código debe servir para que
el profesor conozca y asuma plenamente sus obligaciones, pero también para que
la sociedad le otorgue la confianza y la autoridad necesarias para
alcanzar la educación de calidad que anhela y demanda para sus hijos.
Por todo ello, el Consejo General de
Colegios Oficiales de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en
Ciencias del Estado Español establece el siguiente Código Deontológico de la
Profesión Docente, que deberá ser asumido y aceptado por cuantos ejercen esta
profesión, esto es, los Maestros de Educación Infantil, los Maestros de
Enseñanza Primaria, los Máster en Enseñanza Secundaria, así como cuantos
desarrollen una función educativa y docente en centros de Enseñanza Infantil,
Primaria, Secundaria y de Formación Profesional.
La vigilancia del cumplimiento de
los compromisos y deberes recogidos en este Código corresponderá a cada uno de
los Colegios Oficiales, a través de sus estatutos y sus mecanismos
disciplinarios.
1. Compromisos y deberes en relación con el alumnado
1.1. Contribuir activamente al
ejercicio efectivo del principio constitucional del derecho a la educación por
parte del alumnado.
1.2. Promover la formación integral
del alumnado a través de una atención personalizada y una relación de confianza
que contribuya a fomentar la autoestima, la voluntad de superación y el
desarrollo de las capacidades personales.
1.3. Tratar justa y equitativamente
al alumnado, sin aceptar ni permitir prácticas discriminatorias por ningún
motivo asociado a características o situaciones personales, sociales,
económicas o de cualquier otro tipo.
1.4. Proporcionar al alumnado un
sistema estructurado de conocimientos y habilidades que le permita avanzar en
su desarrollo personal, dar respuesta adecuada a las nuevas situaciones que se
le planteen y acceder en las mejores circunstancias posibles a la vida adulta y
a una ciudadanía activa.
1.5. Atender adecuadamente a la
diversidad de circunstancias y situaciones personales del alumnado, ofreciendo
a todos la posibilidad de desarrollar sus capacidades y profundizar su
formación en los distintos campos del saber.
1.6. No adoctrinar al alumnado,
fomentando el desarrollo del juicio crítico y ecuánime sobre la realidad y
sobre sí mismos y promoviendo la búsqueda de la verdad como principio rector
del saber.
1.7. Adoptar todas las medidas precisas
para salvaguardar la libertad, la dignidad y la seguridad física, psicológica y
emocional del alumnado.
1.8. Atender y encauzar
adecuadamente las reclamaciones legítimas del alumnado en el ejercicio de la
docencia y de la función tutorial.
1.9. Guardar el secreto profesional
en relación con los datos personales del alumnado de que se disponga en el
ejercicio profesional de la docencia.
2. Compromisos y deberes en relación con las familias y los
tutores del alumnado
2.1. Respetar los derechos de las
familias y los tutores en relación con la educación de sus hijos,
armonizándolos con el ejercicio de la autoridad docente y con el cumplimiento
de los proyectos educativos adoptados.
2.2. Favorecer la cooperación entre
las familias y el profesorado, compartiendo la responsabilidad educativa en los
temas que afecten a ambas partes y propiciando una relación de confianza que
promueva la participación a través de los correspondientes órganos y
asociaciones.
2.3. Proporcionar a las familias y
los tutores la información necesaria acerca de los proyectos educativos del
centro, la programación docente y los criterios de evaluación establecidos en
el ámbito que corresponda.
2.4. Proporcionar a las familias y
los tutores información acerca del proceso educativo de sus hijos, el grado de
consecución de los objetivos propuestos y las eventuales dificultades que se
detecten, así como la orientación adecuada a dichas circunstancias.
2.5. Respetar la confidencialidad de
las informaciones proporcionada en el ejercicio de sus funciones por parte de
las familias o tutores.
3. Compromisos y deberes en relación con la institución
educativa
3.1. Mostrar el máximo respeto al
proyecto educativo del centro sin perjuicio del ejercicio de la libertad de
cátedra.
3.2. Respetar y hacer respetar las
normas de funcionamiento del centro y colaborar en todo momento con sus órganos
de gobierno, los departamentos didácticos, los servicios de orientación
psicopedagógica, las tutorías y cualesquiera otros servicios de la institución.
3.3. Favorecer la convivencia en los
centros educativos, contribuyendo a mantener un ambiente adecuado para la
enseñanza y el aprendizaje, utilizando los cauces apropiados para resolver los
conflictos que puedan surgir y evitando cualquier tipo de violencia física o
psíquica.
3.4. Velar por el buen estado de
mantenimiento y limpieza de materiales e instalaciones, inculcando en los
alumnos el respeto a los bienes comunes y públicos.
3.5. Ejercer con dedicación las
responsabilidades directivas o de otro tipo que se desempeñen, manteniendo
canales abiertos de consulta y debate en el centro y actuando como modelo de
conducta ante los compañeros.
3.6. Velar en toda circunstancia por
el prestigio de la institución en que se trabaja, contribuyendo activamente a
la mejora de su calidad.
3.7. Colaborar con la institución y
con las autoridades educativas en cuantas consultas e informaciones se realicen
para un mejor ordenamiento de la tarea educativa.
4. Compromisos y deberes en relación con los compañeros
4.1. Aportar los propios
conocimientos, capacidades y aptitudes con el fin de crear un clima de
confianza que potencie el buen trabajo en equipo.
4.2. Colaborar lealmente con los
compañeros y con el personal que participa en la educación para asegurar una
actuación colectiva coordinada que redunde en beneficio del alumnado y del
cumplimiento de los objetivos educativos de la institución.
4.3. Respetar el ejercicio
profesional de los compañeros de profesión, sin interferir en su trabajo ni en
su relación con el alumnado, las familias y los tutores.
4.4. Mantener la objetividad en la
apreciación del trabajo profesional de los compañeros, mostrando el debido
respeto a sus opiniones y utilizando las vías establecidas para manifestar la
disconformidad con su actuación.
4.5. Guardar el secreto profesional
en relación con los datos personales de los compañeros de que se disponga en el
ejercicio de cargos de responsabilidad.
5. Compromisos y deberes en relación con la profesión
5.1. Desarrollar con profesionalidad
la enseñanza en el ámbito docente que corresponda, actuando con autonomía y
atendiendo a las necesidades de desarrollo del alumnado, a la normativa
establecida y a los proyectos educativos del centro en que se desempeña la
tarea docente.
5.2. Desarrollar un ejercicio
profesional que demuestre unos altos niveles de competencia, un buen dominio de
la especialidad y una conducta adecuada a los principios constitucionales que
constituyen el fundamento de la convivencia ciudadana.
5.3. Asumir la responsabilidad
propia en aquellos ámbitos de actuación que son competencia profesional de los
docentes.
5.4. Asumir la obligación de la
formación permanente, dado el avance constante de la ciencia, de las nuevas
tecnologías y de la realidad social.
5.5. Contribuir al progreso de la
profesión a través de la actualización didáctica y científica, el
perfeccionamiento profesional, la investigación y la innovación educativa.
5.6. Contribuir a la dignificación
social de la profesión docente y defender y hacer respetar los derechos que le corresponde.
6. Compromisos y deberes en relación con la sociedad
6.1. Asumir y cumplir los deberes de
ciudadanía, actuando con lealtad a la sociedad y a las instituciones, en el
marco de la Constitución española y la normativa vigente.
6.2. Desarrollar una actuación
docente acorde con los valores que afectan a la convivencia en sociedad, tales
como libertad, justicia, igualdad, pluralismo, tolerancia, comprensión,
cooperación, respeto y sentido crítico.
6.3. Promover una educación para el
ejercicio activo de la ciudadanía y el logro de una convivencia basada en la
igualdad de derechos, la ausencia de discriminación, la libertad personal, la
justicia y el pluralismo.
6.4. Contribuir al desarrollo del
espíritu crítico y de actitudes reflexivas y comprometidas con la mejora de las
condiciones en que se desenvuelve la vida social y la relación sostenible con
el entorno.
6.5. Colaborar activamente en la
dinamización de la vida sociocultural de su entorno.
ANÁLISIS:
Al analizar, consideramos necesario un
código deontológico propio y específico para la educación preescolar, ya que
todo docente es, o debería ser un profesional, no solamente por haber recibido
un título, sino por la manera de ejercer su profesión, regido por normas que lo
obliguen a hacerlo de manera ética, sobre todo que es posible considerar al
docente del nivel preescolar además de un facilitador para la construcción de
conocimientos como un investigador de tiempo completo; investiga al evaluar, al
crear un perfil de cada uno de sus alumnos, también lo hace cuando entre ellos
se encuentra un alumno con necesidades educativas especiales, cuando realiza un
plan de trabajo o cuando tiene que exponer un tema, en todos estos aspectos se
requiere que lo haga con objetividad y siempre enfocado en el buen desarrollo y
el bienestar general de sus educandos.
La Importancia de la Ética se
considera como una ciencia práctica y normativa que estudia el comportamiento
de los hombres, que conviven socialmente bajo una serie de normas que le permiten ordenar sus actuaciones
y que el mismo grupo social ha establecido.
Las ha
establecido en función de delimitar las competencias
y actuaciones de cada uno de los miembros que conforman un grupo social
determinado.
Siendo una obligación del docente prestar sus servicios a personas o
grupos, el profesional de la educación debe caracterizarse por poseer un
comportamiento digno, responsable, honorable, trascendente y comprometido.
Educar representa por sí solo un acto de moralidad, es decir, se debe trabajar
en beneficio de los educandos así como a favor de su libertad y desarrollo
integral, independientemente de los intereses y creencias personales. Por lo
tanto, el docente debe actuar con una ética impecable.
La misión del docente consiste en convocar a sus educandos hacia un
proyecto de incidencia social a través de un liderazgo colaborativo que
incorpore las iniciativas y necesidades de los propios educandos, en beneficio
tanto de ellos como de su comunidad. El docente debe realizar su trabajo
respetando en todo momento el valor y la dignidad inherente a cada ser humano.
Todos los actos que realice el docente deberán manifestar su compromiso con la
incorporación de los individuos al movimiento social y a la producción de la
cultura universal.
Ser un buen profesional no es tarea fácil pues día a día nos enfrentamos
con situaciones, a las cuales debemos salir airosos pues nosotros como
profesionales que somos estamos en un constante crecimiento y una evolución
profesional siempre más exigente, es allí donde nosotros ponemos en práctica
todo lo que hemos aprendido a lo largo de nuestras vidas ya que con nuestras
acciones constantemente estamos mostrando un ejemplo una actitud frente a los
retos de diario vivir, es allí donde como profesionales dignos de llamarnos así
tendremos autoridad para enseñar la moral, las buenas costumbres y hasta como
debe ser su comportamiento en vista de que de nosotros depende los futuros
hombres y mujeres del mañana ese es nuestro enfoque, que somos los modelos para
los niños de hoy y los responsables de los hombre y mujeres de futuro.
Como
futuras maestras parvularias es importante y primordial conocer el código de
ética ya que juega un papel muy importante nos proporciona una lista o un conjunto de reglas a seguir
para cada una de las situaciones que se nos presentan en el transcurrir diario
de nuestras vidas, debemos apegarnos única y exclusivamente a las bases del
actuar ético, como son la inteligencia y ser consecuentes de cómo nuestras
actuaciones pueden perjudicar a los demás, o sea, tomar en cuenta los intereses
de terceros.
CONCLUSIONES:
Ø No existe un código que realmente regule la
educación en su nivel preescolar, esto crea una situación en la que este nivel
queda desamparado en cuanto a la aplicación de prácticas de ética profesional,
porque a pesar de que puede considerarse oficial y constitucionalmente
obligatoria, es un nivel que se encuentra a la deriva; sobre todo porque el
mismo Programa de Educación Preescolar indica que es “flexible”, por lo que
cada docente frente a grupo determina qué y cómo enseñar, elige el modelo
educativo, paradigmas, métodos, técnicas, tanto para evaluar como para planear,
organizar y ejecutar la clase, el programa es una guía, pero no cuenta con un
código deontológico que norme y corrobore que no se está lesionando física,
emocional, social e intelectualmente al educando, lo cual es grave, si
consideramos que el nivel preescolar sienta las bases para el desarrollo del
individuo.
Ø
La
Ética profesional del educador está constituida por el conjunto orgánico de
derechos y obligaciones morales emanadas de la función pedagógica y deriva sus
finalidades y normas específicas, de la condición básica de persona, tanto del
educador como del educando, en armonía con los anexos que implican exigencias
del bien común.
Ø
El
objetivo de la ética en el terreno de la práctica profesional, es
principalmente, la aplicación de las normas morales, fundadas en la honradez,
la cortesía y el honor. La Ética tiene entre otros objetos, contribuir al
fortalecimiento de las estructuras de la conducta moral del individuo.
RECOMENDACIONES:
La ética
profesional de un Maestro (a), implica
mucho más que un compromiso, implica dar todo de uno mismo para cumplir con el
objetivo del proceso educativo “formar a seres humanos que estén preparados
para la vida” es por este motivo que se debe tomar en cuenta que:
Ø
Educadores interesados en el
éxito de todos los niños y niñas, basándose en la transmisión de valores
mediante su propio ejemplo.
Ø
Un Educador (a) de Párvulos (a)
debe dar sentido al trabajo escolar, promoviendo aprendizajes significativos
Ø
Un educador (a) que considera y
acoge las diferencias individuales de los niños, asegurando una base común para
todos
Ø
Un educador que favorece las
relaciones con la familia y el entorno
Ø
Educadores que garantizan y
optimizan los tiempos y formas de aprendizaje
Ø
Un educador que desarrolla un
modelo de interacción democrática
Ø
Un educador que crea un clima
cálido con los niños y con sus parientes.
Ø
Educadores que utilizan la
evaluación formativa para guiar su propio comportamiento y los aprendizajes de
los niños y las niñas
Ø
Un educador director capaz de
liderar procesos en el aula y en la institución educativa
Ø
Un Educador de Párvulos que
reflexiona regularmente sobre sus prácticas, con el conjunto de los otros educadores
Ø
Como futuras maestras parvularias es urgente educar para un presente y
un futuro abiertos a trayectorias cada vez más
plurales e inciertas, tanto desde una perspectiva local y próxima como
desde una visión global y planetaria. De
ahí que el deber ser que induce la reflexión ética no pueda limitarse a
proponer un código universal de derechos
y deberes fundamentales (libertad,
justicia, igualdad, tolerancia, solidaridad, etc.)
Ø
“Todo acto de enseñanza es
intrínsecamente ético” por tanto cada acto o discurso de la maestra parvularia
debe procurar al beneficio de sus alumnos. Su responsabilidad es tal, que no
puede suspender su actividad ni abstenerse utilizando determinadas justificaciones para no caer en
falta ética, como lo puede hacer un profesional de otra área La docencia posee
una “configuración radicalmente moral” que le da a su ética profesional un
sentido propio, diverso y más sustantivo que el de otras profesiones.
BIBLIOGRAFÍA:
NETGRAFÍA:
Ø Web
del Consejo General de los Colegios Oficiales de Doctores y Licenciados en
Filosofía y Letras y en Ciencias de España